Chile tenía que ganar. Ganó. Se sufrió demasiado, pero se logró. La nueva edición del Clásico del Pacífico era fundamental para la Selección porque recibió a un rival directo, analizando el panorama de la Conmebol rumbo al Mundial 2026. En un estadio Monumental con escaso ambiente, el conjunto nacional sacó una tarea compleja y venció por 2-0.
Una duda razonable era determinar si el seleccionado nacional iba a mantener lo bueno que mostró ante Colombia, pese al empate sin goles. La intensidad mostrada ante los cafetaleros, en septiembre, cambió el pálido rostro exhibido en el debut contra Uruguay. Se trataba de otro rival y con la historia a favor, porque la Roja llegó invicta ante los incaicos jugando en casa por Clasificatorias.
Sin Arturo Vidal y con Charles Aránguiz resentido, Berizzo apostó por Felipe Méndez. Tácticamente, la Roja salió a la cancha con un 4-3-3, siendo Erick Pulgar el eje del mediocampo, con Rodrigo Echeverría y el citado Méndez como interiores. Arriba, Diego Valdés por la derecha, tal como ante Colombia, pero con libertad para moverse. El ataque lo completaron Alexis Sánchez, por el centro, y Ben Brereton, excesivamente cargado hacia la izquierda. Si bien el chileno-inglés cumple con las peticiones tácticas de Berizzo, hacer toda la banda lo termina desgastando, considerando que su presencia más cerca del área es de mayor utilidad para el equipo.
Perú entró a la cancha de Macul con una cautela propia de un entrenador que apela a mantener el cero en su arco, como Juan Reynoso. El primer tiempo ya marcó las dos propuestas distintas. Para la Bicolor era negocio sacar un punto en Santiago y así quedó de manifiesto. Entonces, Chile contó con el dominio del balón, pero sin velocidad para la transición. La Roja fue de menos a más durante los 45′ iniciales, en el marco de un partido con escaso ritmo. Derechamente, no prendía.
Paulatinamente, el local fue subiendo y terminó mejor antes del descanso. Sin embargo, eso no lo demuestra en goles ni en ocasiones claras. Más allá del gol anulado a Brereton en los 26′, porque el balón salió de la cancha, la oportunidad que llevó más peligro al arco peruano fue de Diego Valdés. En los 40′, el del América saca un gran remate, tras pase de Brereton, y Gallese desvía. Chile no encontraba el arco y Alexis Sánchez no era factor en la construcción de fútbol. El 65% de posesión de la Roja en el primer lapso era un dato insulso considerando la profundidad a cuentagotas y el “respeto” que le tuvo a un rival que entró a no perder.
Las lesiones alteraron el plan de Berizzo. Matías Catalán, quien se había ganado el puesto de lateral derecho, duró cerca de 10 minutos en el partido. Tuvo que ser reemplazado por el polifuncional Paulo Díaz, quien pasó a ser central en el segundo lapso ante la salida de otro lesionado: Guillermo Maripán. Esto permitió el estreno de Matías Fernández, de Independiente del Valle.
El cuadro nacional requería un remezón, un revulsivo, una inyección de adrenalina para darle otra cosa a un equipo carente de vértigo. Ese que tanto se anhela todavía y que encandilaba en tiempos pretéritos. El complemento partió tal como el primero: ritmo lento, sin ideas y con tenencia estéril. Incluso, se hacia tedioso el partido. Pasó una hora de fútbol y el juego pedía a gritos cambios ofensivos, para tratar de encontrar la llave del partido. Pero la demora en la toma de decisiones desde la banca se hacía irritante.
El nerviosismo crecía. Y el resultado era nefasto. Pero una pelota detenida cambió las caras. Una avivada de Alexis, apurando un córner, terminó con el gol de Diego Valdés, quien conectó tras un pivoteo. Más que un grito de gol, fue un alivio. Son tres puntos que están en la cuenta para llegar al Mundial. Un tropiezo hubiera sido fatal para la calculadora.
¿Había que sufrir tanto ante un adversario tan cauteloso? En los descuentos, llegó el 2-0 de Marcelino Núñez, tras una notable acción de Alexander Aravena. Una noche tensa terminó con sonrisas.
Hace un año y ocho meses que la Selección no lograba un triunfo oficial. El 1 de febrero de 2022 había sido el último: el 3-2 a Bolivia, en La Paz. Chile hizo pesar la historia: nunca ha perdido con Perú de local. Se sufrió, se sudó, pero se consiguió. Las formas son debatibles, no obstante el saldo es a favor.
Ficha del partido
Chile: B. Cortés; M. Catalán (13′, P. Díaz), G. Medel, G. Maripán (46′, M. Fernández), G. Suazo; R. Echeverría, E. Pulgar, F. Méndez (80′, C. Aránguiz); D. Valdés (89′, M. Núñez), A. Sánchez y B. Brereton (80′, A. Aravena). DT: E. Berizzo.
Perú: P. Gallese; A. Corzo (79′, B. Reyna), C. Zambrano (69′, A. Santamaría), L. Abram, M. Trauco (67′, W. Cartagena); P. Aquino, Y. Yotún; L. Advíncula, C. Gonzales (68′, A. Carrillo), A. Polo (46′, M. López); y P. Guerrero. DT: J. Reynoso.
Goles: 1-0, 74′, Valdés, conecta tras un córner de Sánchez; 2-0, 90′+1, Núñez, tras jugada de Aravena.
Árbitro: W. Roldán (COL). Amonestó a Brereton, Pulgar (CHI); Guerrero, López (PER).
Estadio Monumental. Asistieron 30 mil personas, aprox.
Fuente: La Tercera
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