Colo Colo, este domingo, estuvo a unos pocos minutos de bajarse de su lucha por el bicampeonato.
De nada hubiera servido la exhibición que el elenco albo ofreció hace una semana, frente al líder Cobresal, si no confirmaba ese buen funcionamiento ante Universidad Católica. Pero los clásicos, como suelen decir con el cassette sus protagonistas, son partidos diferentes. Poco importa el momento que atraviesa uno y otro. Los cruzados, de hecho, con poquito, un esquema más conservador de lo habitual y un Nicolás Peranic soberbio, supo complicar durante buena parte del compromiso al equipo de Quinteros.
El tanto de Alexander Aravena y poco más hizo la escuadra precordillerana, que se quedó prematuramente con un hombre menos por la polémica expulsión de Gary Kagelmacher. Quizá haya sido por eso que sobre el final, en los descuentos, a los futbolistas de la franja se les veía celebrar cada recuperación o despeje como si se tratara de un gol más a su cuenta.
Pero como un balde de agua fría —primero al sexto minuto de recuperación Leandro Benegas y luego al undécimo Damián Pizarro— Colo Colo consiguió una remontada de película, soñada, que recordarán por un largo tiempo. Y que claro, mantiene viva su chance de revalidar el título de la campaña pasada.
Como sea, justo antes de eso se produjo esa peculiar situación de la que hablábamos: Fernando Zampedri logró cortar un ataque albo, envió la pelota contra la tribuna Océano y festejó con todo. Quedaba poco y el nueve de los cruzados se sentía más cercano a la victoria.
Entonces, las cámaras enfocaron al juvenil albo Jordhy Thompson, quien llevaba la pelota que el argentino despejó. No hay que ser experto en la lectura de labios para ver las palabras que el talentoso futbolista se despachó:
“Malo culi…”, le tiró a Zampedri.
Un momento que quedó inmortalizado y con el que, más tarde, los hinchas colocolinos festinaron en redes sociales.
MIRA AQUÍ LA SECUENCIA:
Fuente: La Cuarta
@EstudioEstadio
