Un nuevo aire vive Jordhy Thompson en Colo Colo. A sus 18 años, se ha convertido en uno de los jugadores de confianza de Gustavo Quinteros y pilar del primer equipo.
El joven volante disfruta. Ha disputado 12 partidos entre Torneo Nacional y Copa Chile, 9 de ellos como titular. Y podrían ser más, pero los problemas por violencia de género lo marginaron varias fechas.
Pero el mediocampista regresó y mantuvo el buen nivel que le había dado un puesto en el Cacique. Lleva 5 goles, cuatro en el último mes, y viene de darle la victoria a los albos ante Everton (2-1).
Hoy la vida le sonríe a Thompson. Incluso, se dice que desde Europa ya lo siguen. Elencos de Inglaterra, Portugal, Países Bajos, Italia y Polonia ya han preguntado por su pase, aseguran en el Monumental.
Sin embargo, no todo ha sido felicidad. Los mencionados problemas con su ex pareja -se dice que podrían haber regresado-, le pasaron la cuenta. Fue excluido del primer equipo por una denuncia de violencia física y sicológica.
El club le brindó su respaldo. Lo mantuvo en la Casa Alba y le colocaron «profesionales especializados». El trabajo se hizo por semanas y luego se le autorizó para reintegrase al plantel de honor.
Pero la vida del joven volante ha sido compleja. Primero perdió a su padre, quien murió en 2013 en un accidente laboral. Más tarde sufrió otro duro golpe. En 2018 falleció su abuelo, su fiel acompañante en los viajes desde Antofagasta (ciudad natal) a Santiago. Fue quien le inculcó la pasión por el fútbol.
Tras ambas muertes, Christian Thompson, su tío, se convirtió en uno de sus más cercanos. Incluso, el jugador le ofreció que se viniese a vivir a Santiago.
«Su abuelo Luis lo llevaba a Santiago y lo traía de vuelta. De repente me dice: tío, véngase para acá. Por mí me iría, pero tengo mi familia acá en Antofagasta. Quizás más adelante vamos a irnos… Creo que ha cambiado harto, como familia le damos consejos, le decimos que no haga más lo que hizo y que no se porta mal. Que siga enfocado en lo que se fue, que fue a ser profesional y cumplir sus sueños», contó su tío a LUN.
Precisamente Christian, ex jugador de la U, fue quién lo acercó al Monumental. El volante llegó a Colo Colo a los 7 años y se cruzó con Héctor «Tito» Tapia.
«Estaba jugando en un club que se llama Impacto y de repente aparece ‘Tito Tapia’ con un preparador físico. Ellos me vieron y me contactaron, llamaron a mi mamá y me consiguieron una prueba, tenía 7 años. Vine y quedé. Venía a los partidos importantes, venía dos semanas a la pensión y después me iba de nuevo. A los 11 me quedé definitivamente en Casa Alba», relataba el mediocampista.
Así se fue armando Thompson, con fuertes episodios pero buscando el sueño de jugar en Colo Colo. Y eso se cumplió en 2021, cuando con solo 16 años debutó en el primer equipo. Fue en el 5-1 que recibió el Cacique en ese recordado duelo que jugó con juveniles ante Ñublense por los estragos que causó el covid.
Este 2023 ha sido su año. Más allá de la marginación por el caso de violencia de género, el volante ha rendido y se ha ganado la confianza de Quinteros. Sus compañeros lo elogian.
«Jordhy juega muy bien. Es el jugador distinto que tenemos. Esto le sirve para tomar confianza. Estoy feliz por él y también por el equipo», dijo El capitán Esteban Pavez . El defensa Maximiliano Falcón también dedicó palabras para el joven volante albo. «Es un jugador excepcional. Un jugador diferente. No todos pueden hacer ese gol. Con sus 18 años está haciendo un muy buen trabajo», indicó.
Su nivel también lo perfila como opción para la selección, ya sea la adulta o la Sub 23 que disputará los Panamericanos. Pero por ahora, Eduardo Berizzo no lo ha considerado en ningún trabajo de los microciclos. ¿La razón? La denuncia que tuvo por violencia de género hace dudar al DT de la «Roja», según El Mercurio. Habrá que ver si el nivel del futbolista va más allá y finalmente convence al argentino.
Fuente: Emol
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