Universidad de Chile cae un en un pozo profundo. El equipo azul encadenó su cuarta derrota consecutiva y se aleja cada vez más de las copas internacionales. Esta vez el verdugo fue O’Higgins de Rancagua, cuadro que no ganaba hace ocho partidos, pero que aprovechó las enormes licencias defensivas de su rival para vencer con un expresivo 5-2 en la soledad del estadio Santa Laura.
Un duelo que comenzó muy lento e insípido. A los locales les costó penetrar el defensivo entramado de su rival. En ese escenario, el equipo de Mauricio Pellegrino se vio forzado a aprovechar las pelotas detenidas para conseguir romper el cerco. Así llegó la primea ocasión de los locales, un cabezazo débil de Luis Casanova que llegó manso a las manos del meta Ignacio González, quien dudó ante la insistencia de Leandro Fernández, cuando el reloj no llegaba a los 5 minutos.
El mismo jugador argentino, reemplazante del Chorri Palacios, se mostró como el principal agente ofensivo de los dirigidos de Mauricio Pellegrino. A los 10 minutos, desbordó por la franja izquierda, pero su centro fue rechazado por la zaga local.
Al otro lado, el equipo celeste -que ayer jugó de blanco y verde- intentaba provocar el error de los universitarios para intentar acercarse al arco de Cristóbal Campos. Así ocurrió a los 13 minutos, cuando el Tucu Hernández robó la pelota para que Francisco Hormazábal centrara desde la derecha, jugada que terminó en un horrible cabezazo de Brian Blando, a los 13 minutos.
En el final de la primera parte, un centro de Marcelo Morales terminó en el cabezazo de Poblete, pero la pelota llegó débil a las manos del meta visitante, tras dar en la espalda de Juan Fuentes. Mientras, en los descuentos, Facundo Castro rescató una pelota en el medio y remató muy alto después de correr más de 25 metros con el balón, ante la mirada del arquero universitario. En la jugada siguiente, Hormazábal volvió a desbordar en la izquierda y su centro fue repelido por Campos, un mero espectador en la primera parte.
Horror en azul
En el tiempo complementario el duelo siguió por el mismo cauce. El equipo azul intentó abrir un poco más el juego por las bandas, pero no logró llevar peligro a los visitantes. Así, el trámite del duelo pasaba por una genialidad o por un error del equipo contrario. Y bueno, eso fue lo que finalmente ocurrió cerca de la hora de juego, cuando Leandro Fernández perdió una pelota en su campo que llegó a los pies de Facundo Castro en el sector izquierdo del cuadro rancagüino, su largo centro sobró a los centrales universitarios y Brian Blando anotó el primero.
Fue un golpe duro para el equipo de Pellegrino, el que no pudo salir de su asombro, cuatro minutos más tarde. Fue el mismo Castro quien tuvo todo el tiempo para levantar el centro, esta vez por la derecha. La pelota llegó a la cabeza de Maturana, quien la bajó para el segundo de Blando.
La U ahora reaccionó. Osorio llegó solo al área chica y su remate se fue por muy poco. En la siguiente no falló, el juvenil recibió un largo pase de Emmanuel Ojeda en la derecha, enganchó hacia adentro y remató con mucha clase para el descuento de los azules, cuando se jugaba el minuto 67.
Pero fue solo un espejismo, en la siguiente jugada, la feble resistencia de los universitarios permitió el tercero con un cabezazo de Castro, quien recibió solo en área chica. La pesadilla no terminó ahí, porque cerca del final, Antonio Díaz recibió en la media luna del área para el cuarto. En los descuentos, el paraguayo Arnaldo Castillo completó la goleada contra un equipo que nunca encontró las respuestas. Para los azules descontó desde los doce pasos el juvenil Fuentealba.
Fue el justo castigo para la débil defensa de los universitarios que, desde que lograron alcanzar la punta, nunca más sumaron de a tres puntos.
Fuente: La Tercera
@EstudioEstadio