Colo Colo está en racha. El cuadro albo venció a O’Higgins por 2-0 y sumó su tercera victoria consecutiva. Primero fue por Copa Chile y después por Copa Sudamericana, no obstante, aún quedaba el Campeonato Nacional. El Cacique, con gran actuación de Damián Pizarro, superó ampliamente a los rancagüinos en el Estadio Monumental.
El triunfo tuvo sabor a revancha luego de la goleada propinada por los celestes, por 5-1, en enero de este año. En ese momento, el encuentro desató una crisis al interior del conjunto popular. Ahora, en tanto, dejaron atrás las dudas y volvieron a las alegrías en el certamen criollo tras dos encuentros sin ganar.
Es un resultado importante, sobre todo desde lo anímico, pues llegaron al cotejo con miras al enfrentamiento de este martes 18 de julio ante América Mineiro, por la vuelta de los playoffs de los octavos de final del segundo torneo más relevante a nivel continental.
Pizarro agarra confianza
El duelo comenzó con un ritmo alto. Mientras Colo Colo tenía más el balón, O’Higgins se encargó de atacar con transiciones rápidas. Un par de llegadas por escuadra animaron el inicio.
Fabián Castillo se vio activo, mucho más que de costumbre. El colombiano atacó por la banda izquierda, lugar donde se daría el origen de la apertura de la cuenta. Una gran jugada colectiva terminó con una gran atajada de Ignacio González, sin embargo, Vicente Pizarro capturó el rebote y sacó un remate que se desvió en la mano de Nicolás Thaller. El juez Miguel Araos señaló la pena máxima.
Damián Pizarro (18′) asumió la responsabilidad y batió al meta con un potente tiro cruzado, dejando atrás los cuestionamientos por su poca efectividad. Anotó su segundo tanto en el torneo y volvió a marcar un gol oficial tras cuatro meses. El inicio del gran encuentro del ariete, que se activó y generó problemas en la zaga rancagüina.
Entre el extremo y el artillero desaprovecharon múltiples oportunidades para irse al descanso con una ventaja más abultada. Ambos mostraron un buen desempeño, sobre todo Pizarro, y una gran conexión, la que les brindó varias ocasiones. Sin embargo, ninguno estuvo fino en la definición.
Una fuerte entrada al Vicho significó una nueva expulsión de Gustavo Quinteros. El estratega reclamó la amonestación para el infractor del volante y el juez le mostró la cartulina amarilla. El otrora defensor continuó con los alegatos y Araos complementó la pena con otra amonestación y una posterior roja.
O’Higgins sintió el gol. Sufrió con la falta de ideas y la claridad en el último tramo. La ausencia de Matías Marín, que fue vendido al fútbol argentino, concretamente a Belgrano de Córdoba, fue clave. En el complemento, los celestes se soltaron e intentaron ser más ofensivos, aunque no tuvieron éxito en sus aspiraciones.
Colo Colo sostuvo el resultado y aprovechó sus oportunidades, siendo más efectivo que en la primera mitad. En el 65′ Pizarro se desmarcó por la banda derecha y recibió el balón. El centrodelantero levantó la mirada y habilitó a Leonardo Gil, que se encontraba sin marca. El volante, que venía de anotar un doblete por Sudamericana, sacó un ajustado remate de cabeza y estiró la ventaja.
Los dos protagonistas abandonaron el terreno tres minutos después, ante los aplausos de los hinchas del recinto de Macul. El Cacique realizó múltiples sustituciones buscando el descanso de algunos de sus futbolistas, pensando en el duelo ante América Mineiro. El Cacique manejó la ventaja y aguantó los embates del cuadro rancagüino, que tuvo dos ocasiones que se incrustaron en los palos del arco custodiado por Brayan Cortés.
Fuente: La Tercera
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