Colo Colo se juega mucho más que la simple clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores. Los albos buscan abrochar uno de los objetivos deportivos trazados al comienzo de la temporada y que no ocurre desde 2018, cuando los dirigidos en ese entonces por Héctor Tapia llegaron hasta la ronda de los ocho mejores.
Hoy, con un plantel notoriamente diezmado producto de las bajas y de jugadores que no han podido mostrar todo su potencial, los pupilos de Gustavo Quinteros buscarán cerrar el boleto en casa este jueves, cuando reciban al Deportivo Pereira de Colombia. Para ello necesitan vencer al cuadro colombiano y que Monagas no supere a Boca Juniors en La Bombonera. A priori, un escenario perfectamente probable.
Pero no solo desde lo deportivo el clasificar a la siguiente ronda asoma como algo fundamental, sino también desde lo económico, donde los millonarios ingresos que otorga la Conmebol le permiten a Blanco y Negro alivianar la siempre compleja billetera de la concesionaria.
Sin ir más lejos, el premio por acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores asciende al millón, doscientos cincuenta mil dólares, que se suma a la posibilidad de obtener casi US$ 500 mil más por recaudación. En cambio, si solo le alcanza para la Sudamericana, el premio disminuye a medio millón. Todo esto se suma a los US$ 3 millones que alcanzó por clasificar a la fase grupal, además de un bono de US$ 300 mil por duelo ganado.
Los premios aumentan a US$ 1,7 millones por avanzar a cuartos; los que luego saltan a US$ 2.700.000, clasificando a semifinales, cifras que se disparan en caso de llegar a la definición, ya que el subcampeón se queda con US$ 7 millones y el monarca se embolsará nada menos que US$ 18 millones.
Escenario clave
En el directorio prima la idea de que los refuerzos se vean tras la actuación del jueves. Por ahora, Pablo Parra espera la confirmación para fichar y el único que se sumó fue Óscar Opazo. Sin embargo, al técnico Gustavo Quinteros no le gustó para nada esta idea y ya advirtió a la dirigencia que no aceptaba la idea de tener que esperar.
“El Torta Opazo no es un refuerzo. El volante que viene reemplazaría a Rojas. Incorporaríamos un solo cupo, que es el delantero. Para mí clasificar a la siguiente fase no es lo más importante para traer o no un jugador. No tomaría eso en cuenta porque ya competimos seis meses y no nos alcanzó para estar dentro del primer o segundo puesto. Si no traes jugadores ahora que tenemos una ventana para incorporar tres, va a ser difícil llegar primero o segundo”, expresó la semana pasada.
De todos modos, este jueves, el directorio se reunirá para evaluar los posibles escenarios. No obstante, hay un consenso de que sin ingresos la billetera no se puede seguir asfixiando, por lo que se prevé poco movimiento en el mercado, incluso clasificando.
Fuente: La Tercera
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