Nicolás Jarry hace historia. Más bien, escribe su propia historia. La del chileno que logra ganar su segundo ATP, esta vez el 250 de Santiago, su casa, frente a su público. El tenista que hace algunos años fue sancionado, hoy exhibe su mejor tenis. Uno, quizás, más elevado que el que tenía cuando llegó a ser top 40. Finaliza su extraordinaria semana venciendo al argentino Tomás Martín Etcheverry en tres sets, por 6-7, 7-6 y 6-2 en una final peleada que tuvo grandes momentos de ambos participantes.
El primer set fue una ronda sin tregua. Tanto la Torre como el transandino mantuvieron su servicio todo el tiempo. Jarry, como si no tuviese el cansancio acumulado de sus últimas y extenuantes semanas, siguió exhibiendo el mismo juego que lo ha tenido escalando en el ranking ATP durante este arranque de año.
Cuando la manga estaba 2-2, el tenista nacional tuvo un break point. Pero Etcheverry logró sacárselo de encima y siguió manteniendo la tónica. En el duodécimo juego, parecía que la manga finalizaba con un quiebre del tenista que era “visita”, pero Jarry logró remontar el 30-0 en contra para irse al tie break. No obstante, en aquella instancia, fue el nacido en La Plata quien impuso sus términos para tomar ventaja.
El inicio de la segunda manga fue de lo mejor que ha mostrado Jarry. El chileno ganó su saque en el arranque, luego logró el primer quiebre de la jornada para ponerse 2-0. A esa altura, el público en San Carlos de Apoquindo ovacionaba cada jugada del tenista nacional que sigue extendiendo su gran momento. Pero el rival despertó. En un disputado game, Etcheverry le devolvió el quiebre. Acto seguido, gana su servicio y 4-4.
El santiaguino, lejos de decaer en lo emocional, mantuvo la mente fría y ganó su saque. Con raquetazos potentes que hacían correr al argentino. Al principio del set se acercaba a la malla, luego no pudo. Pero desde atrás lo complicaba de todas formas.
Aun así, aquello no fue suficiente para lograr ponerse en ventaja de nuevo. Ambos ganaron y la manga también se definió en el desempate. En aquel instante, se vivió el momento más tenso de la noche en Las Condes. Jarry partió con el mini break en contra. Los espectadores, lejos de mantener la calma, comenzaron a gritar a favor del nacional. El pupilo de Juan Ozón, con los ceachi bajando en cada pausa, logró remontar y quedarse con el tie break con un 7-5. De esta forma, con el 7-6 (5) para el chileno del momento, la final se definió en el tercer set.
El envión que significó ganar aquella manga, en la que se vio muy complicado, lo llevó a tener un tercer set más “tranquilo”. Si bien el argentino siguió dificultando los games, el marcador fue más holgado. Jarry volvió a subir para resolver y quebró en dos oportunidades. Eso le bastó para ganar el set con un magnifico 6-2.
El triunfo en el Chile Open significa su segundo torneo ATP. La vez anterior fue en el Torneo de Bastad de 2019. Luego de ser semifinalista en el 500 de Río de Janeiro, fue el mejor en Santiago. Eliminando a Juan Pablo Varillas, Schartzmann, Yannick Hanfmann y Jaume Munar, además de imponerse en la final a Tomás Martín Etcheverry.
Original de La Tercera
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