“Estamos despotenciados; se fueron jugadores claves y hay que reemplazarlos”. Gustavo Quinteros, apenas pisó suelo chileno, volvió a quejarse. Esta vez, el técnico de Colo Colo, que se alistaba a preparar el duelo frente a Magallanes, por la Copa Chile, dejaba en claro su preocupación por la partida de jugadores emblemáticos del plantel de cara a los desafíos que se le avecinan al campeón del fútbol chileno.
Es que en el Cacique nunca imaginaron que la historia del plantel para la temporada 2023 tuviese un vuelco tan radical. El domingo 23 de octubre de 2022, Colo Colo vencía a Coquimbo Unido y alcanzaba un nuevo título. El 33 en su historia. A la hora de hacer los análisis, había un alto consenso en que la campaña de la escuadra de Gustavo Quinteros se sostenía en una columna vertebral que la llevó a campeonar. Entre los nombres más repetidos, Brayan Cortés, Maximiliano Falcón, Gabriel Suazo, Esteban Pavez, Gabriel Costa y Juan Martín Lucero. De esa lista, tres ya no están en Macul.
Tras la coronación, la idea en el Estadio Monumental era mantener la base y sumar refuerzos. El gran objetivo: competir en la Copa Libertadores. Algo que, por momentos, se dio en la temporada pasada, pero que no fue suficiente para avanzar a los octavos de final. En Blanco y Negro las expectativas eran altas. Así lo hizo ver, por ejemplo, Aníbal Mosa.
“Yo creo que tenemos que estar entre los ocho equipos más importantes y esa es la visión que debe tener esta institución. Para eso hay que invertir, hay que trabajar y aguantar un proceso, porque hoy estamos campeonando con Gustavo, pero después de dos años y medio hacía atrás donde tuvimos problemas realmente complicados y hay una evolución. Estamos trabajando y diciéndole a los colocolinos que esté equipo irá a competir afuera”, declaraba el director.
Aún restaban algunas fechas en la competencial local, pero el panorama se vislumbraba. De los mencionados, solo Suazo había mostrado sus intenciones de emigrar. El resto estaba en conversaciones. Conforme pasaba el tiempo, se fueron aclarando situaciones. Más allá de quienes eran claves en el equipo titular, una vez cerrado el Campeonato Nacional, se confirmaron.
Polémicas despedidas
“Todavía no me llega una propuesta, estoy en la dulce espera… Tengo mi casita en Uruguay”. Con esas palabras, Gabriel Costa dejaba en duda su futuro. El atacante de los albos, que era resistido por un sector de la parcialidad alba, finalizaba el curso como uno de los futbolistas más importantes en el esquema de Gustavo Quinteros. Su aporte fue de 13 tantos y 8 asistencias. Se entiende, de esta forma, que Colo Colo estaba dejando atrás 21 goles con su salida, consumada algunas jornadas después.
En la concesionaria había decepción. El seleccionado peruano tenía un acuerdo —según lo expresado por Alfredo Stöhwing—, pero decidió partir, luego de una oferta de Alianza Lima. “Se arrepintió y decidió tomar un nuevo camino. Fue un gran jugador para nosotros y le tenemos mucho aprecio, así que la mejor de las suertes (…) Había un acuerdo con la gerencia deportiva, pero de palabra”, declaraba el presidente.
Una situación similar a la vivida con Óscar Opazo. El carrilero quedó libre y fichó en Racing Club de Avellaneda, pese a que todo indicaba que su futuro era en Pedrero. El más molesto con esta salida era Gustavo Quinteros. El estratega veía, desde sus vacaciones, como sus dos marcadores de punta se iban. “Se nos van los dos laterales que terminaron jugando muy bien de titulares y ahora hay que remplazarlos por dos jugadores del mismo nivel o mejor. No será fácil”, decía. Sus planes se veían lejanos.
El entrenador argentino-boliviano estimaba que no dejar partir a nadie era clave. El conocimiento en el plantel era un elemento fundamental para competir en el plano internacional. Por eso no tuvo ningún reparo en exponer su preocupación cuando retornó al país. “Colo Colo debe mejorar en Copa Libertadores, tiene que pelear el campeonato de nuevo. No es fácil teniendo un plantel corto, todos tienen que estar en condiciones de jugar (…) Me da mucha pena y dolor que se fueran jugadores importantes que no debieron salir”, eran sus palabras. Lo que no imaginaba el DT era lo que venía.
Original de La Tercera
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