Universidad de Chile vive un verdadero tormento. Uno que se ha repetido, de una u otra forma, los últimos cuatro años. Ya cumplida la fecha 21 del Torneo Nacional, la U está a solo cuatro puntos del descenso directo. ¿Cómo estaban los azules, a estas alturas, en las temporadas anteriores, cuando también peleó por no bajar a la Primera B? El panorama no es muy auspicioso para el equipo de Diego López.
El suplicio estudiantil con el descenso comenzó en 2019. Desde aquel año, las campañas de los universitarios se transformaron en una lucha constante por la permanencia en Primera División.
Es año, con 21 partidos jugados y Hernán Caputto en la banca (había asumido en la fecha 17), la U se ubicaba en el casillero 14 (de 16) con 21 puntos (3 ganados, 12 empatados y seis perdidos) y solo superaba a Antofagasta (20 unidades) y Universidad de Concepción (19).
La situación no mejoró con el correr del tiempo. Sin embargo, para fortuna del equipo que entrena en La Cisterna, el Torneo Nacional fue suspendido y no hubo descensos, pese a que estaban en la penúltima posición. El Estallido Social provocó que el Consejo de Presidentes pusiera fin al certamen, sin descensos.
La tabla ponderada
El año siguiente fue otro periodo de vacas flacas para los universitarios, pues Caputto, quien continuó como técnico del primer equipo, no lograría los resultados esperados. Si bien no peleaba el descenso en la tabla general, sí lo hacía en la ponderada que se había instaurado ese año, pese a un buen inicio de campeonato.
Con Rafael Dudamel como nuevo entrenador, la U llegaba a los 21 partidos jugados con 33 puntos y en la quinta posición. No obstante, en ese momento, lo que preocupaba en el Centro Deportivo Azul no eran las 12 unidades que los separaban del líder Universidad Católica, sino el peligro de caer en el partido de promoción, ya que estaban abajo con 33,600 puntos y solo superaban a Universidad de Concepción, Wanderers, La Serena e Iquique.
Sin embargo, al cabo de las 34 fechas, Dudamel y compañía pudieron respirar tranquilos y hasta clasificaron a la Copa Libertadores del año siguiente.
Salvación en los descuentos
Rafael Dudamel se marchó en la novena fecha de la temporada 2021 y el interino Esteban Valencia se hizo cargo de la U. Lamentablemente para él, su buena racha duró, justamente, hasta la jornada 21, cuando le ganó a Unión Española por 3-2.
A la semana siguiente, los universitarios enfrentaron a Colo Colo en el Superclásico. Si triunfaban, se metían de lleno en la pelea por el título. Era septiembre y había mucha fe en las huestes azules. No obstante, la paternidad alba se mantuvo intacta y el Cacique se impuso por 1-3, en una muy pobre presentación del cuadro local.
Tras perder ante el archirrival, la U sencillamente se derrumbó. Pasó de ilusionarse con la copa a hundirse en la tabla. En la fecha 21, luego de caer ante el Cacique, los azules tenían la oportunidad de recuperarse ante Santiago Wanderers, pero cayeron por 2-1 ante un equipo caturro que era absoluto colista.
La crisis provocó la salida del Huevo y que Cristián Romero, otro interino, asumiera el mando del equipo en las últimas cinco fechas, con la U al borde del abismo.
Hasta que llegó la última jornada, con los azules en serio peligro de descender de forma directa. Todo parecía perdido. Unión La Calera vencía por 2-0 y mandaba a los estudiantiles a los potreros. No obstante, en los últimos 10 minutos el elenco del Relojito aprovechó las enormes licencias defensivas del cuadro cementero y dio vuelta el marcador, esquivando incluso la Promoción. Un triunfo agónico que los salvó de irse a la Primera B por segunda vez en su historia, tal como lo hicieron en 1988 con Manuel Pellegrini en la banca.
La calculadora del terror
El 2022 no ha sido mucho mejor para la institución que preside Michael Clark. El proyecto deportivo que comenzaron a fines de 2021, con Luis Roggiero y Santiago Escobar a la cabeza, fue rápidamente desechado y hoy, con Diego López en la banca y Manuel Mayo en la gerencia deportiva, las cosas siguen complicadas.
Pese a mostrar un alza en el nivel y momentos de buen fútbol, el empate ante Unión Española dejó a la U en el duodécimo lugar y a cuatro puntos de la zona de descenso, ya que los colistas Antofagasta y Coquimbo sucumbieron ante Colo Colo y Ñublense, puntero y escolta del certamen, respectivamente. Hoy, con 21 fechas disputadas, los estudiantiles anotan 22 puntos.
Dicha igualdad estaba contemplada en la calculadora del terror de la U, y que proyecta un desastre azul: si todo resulta según las estadísticas de los últimos años, el elenco universitario terminará con un rendimiento del 35,55%, producto de 32 unidades de 90 posibles y, por tanto, perderá la categoría.
Original de La Tercera
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