Colo Colo terminó la primera rueda en el primer puesto, aunque acompañado por Ñublense y Unión Española, que acumularon las mismas 29 unidades que el Cacique. El rótulo de “campeón de invierno” parece apenas un consuelo para un período en que el equipo de Gustavo Quinteros fue incapaz de cumplir el gran objetivo que se había trazado para la primera mitad del año: avanzar lo más posible en la Copa Libertadores. Los albos no pudieron superar la fase de grupos, un logro que tenían a la mano si vencían a Fortaleza en el estadio Monumental, y tuvieron que conformarse con la clasificación a la Copa Sudamericana. Ahora, vuelven a enfocarse en tres frentes: el título nacional que resulta esquivo desde el Transición 2017, el segundo torneo continental de clubes en orden de importancia y la Copa Chile, en la que defienden el título.
Quinteros quiere que sus dirigidos afronten la segunda parte del año en las mejores condiciones posibles. Y la dirigencia alba le da en el gusto, justo después de que el entrenador llegara a coquetear con la Selección. En ese sentido, aprovechará el receso por la fecha FIFA de junio, que para Chile contemplará un amistoso ante Corea del Sur y, luego, la disputa de la Copa Kirin, en Japón, para llevarse a sus jugadores a un período de acondicionamiento físico en Argentina. La intertemporada se extenderá entre el 6 y el 17 de junio y se realizará en la localidad de Pilar, ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires, la misma que los albos visitaron este verano, cuando realizaron la pretemporada. El cuerpo técnico aprobó el lugar. Había quedado encantado con las condiciones de trabajo que encontró.
“Efectivamente, el directorio aprobó la intertemporada en Argentina del 6 al 17 de junio. Gustavo nos pidió que fuera en el mismo sector porque cumplía con todo lo que requería el plantel”, responde Alfredo Stöhwing, presidente de Blanco y Negro.
La lucha por el cuarto refuerzo
Las jornadas de trabajo se dividirán en dos aspectos. Por un lado, se abordará la preparación física y, por otro, Quinteros buscará seguir afinando una fórmula que generó buena impresión, pero a la que le faltó la contundencia al menos para seguir avanzando en la Copa. En ese contexto, pretende aprovechar los dos encuentros preparatorios que disputará en Argentina, además de los que jugará ante Deportes Temuco por la Copa Chile, para encontrar la mejor forma posible.
La dirigencia, en tanto, se abocará a brindarle al estratega las soluciones que necesita para conseguir las metas en el cierre del año. En ese sentido, en Macul reconocen que se trabajará en la búsqueda de tres piezas para fortalecer el plantel. La primera será un guardameta, ante la lesión de Brayan Cortés, quien fue intervenido quirúrgicamente por la rotura del menisco interno de la rodilla derecha, una dolencia que lo marginará por un mes y medio. Mauricio Viana, quien actualmente milita en Puerto Montt, es una de las cartas que hay sobre la mesa. Eso sí, las negociaciones aún no se han iniciado. En el sur, de hecho, aclaran que el golero nacido en Sao Paulo ni siquiera cuenta con una cláusula de salida automática, por lo que un eventual cambio de club depende de un acuerdo. “A nosotros no nos ha llamado absolutamente nadie”, enfatiza Germán Mayorga, presidente del equipo salmonero, a El Deportivo.
La segunda búsqueda será la de un zaguero central. Los problemas físicos que sufrió Emiliano Amor antes del partido frente a Fortaleza, que obligaron a incluirlo en condiciones disminuidas frente a los brasileños, desnudaron la carencia de un jugador que fuese capaz de suplirlo al mismo nivel. En ese escenario, cubrir esa plaza será una prioridad. El nombre que más seducía al entrenador albo era Daniel González. La UC se les adelantó y fichó al ariqueño, quien defendía a Santiago Wanderers.
La tercera vacante será destinada a un extremo. En ese sentido, la prioridad vuelve a ser un nombre conocido: Martín Rodríguez. El jugador formado en Huachipato ya ha demostrado su capacidad en los dos pasos que ha tenido por Pedrero y se transforma en una carta confiable para Quinteros, aunque sus repentinas partidas han molestado a los hinchas. De cualquier forma, la operación no es sencilla, pues los albos tendrán que negociar con el Altay Spor Kulübü, el dueño de su carta, que le abonó los 120 mil euros que reclamaba el futbolista. Ahora, el Cacique tendrá que idear fórmulas para fichar a Rodríguez. Una de ellas podría ser el pago de la cláusula de salida del jugador, establecida en 300 mil euros.
Quinteros, eso sí, pretende un jugador más para quedar completamente satisfecho. En ese caso, tendrá que optar por algún jugador juvenil, considerando que sus cupos profesionales estarán ocupados. Sin embargo, en la concesionaria le han advertido de que deberá ajustarse a un presupuesto afectado por la imposibilidad de seguir avanzando en la Libertadores.
En Macul apuestan por cumplir con los requerimientos de Quinteros con la máxima celeridad. “Vamos a trabajar rápidamente para la contratación de refuerzos que esperamos se puedan incorporar a los trabajos de Argentina”, concluye el timonel Stöhwing.
Fuente: La Tercera
Foto: Agencia Uno
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