Como si se tratara de un entrenador que busca darle un vuelco a un partido decisivo, Arturo Vidal define su estrategia. La analogía no es gratuita. Está claro que está inspirada en su condición de futbolista, pero lo determinante es la relevancia de lo que está en juego. El miércoles 4, La Tercera reveló la disputa legal del volante del Inter de Milán y la Selección con su primo Carlos Albornoz. En el 7º Juzgado de Garantía de Santiago, el mediocampista interpuso una querella contra quien considerara uno de sus hombres de confianza y a quien le había encargado la administración de una parte importante de su patrimonio. Persigue que se investiguen dos delitos: administración desleal y contrato simulado. El daño patrimonial que estima es abultado: se estima en unos US$ 5 millones.
La querella fue ingresada por los profesionales Carlos Andrés Berríos y Cristóbal Basaure. Sin embargo, en la nueva etapa en que se encuentra el litigio, el Rey optará por nuevos representantes. El 11 de mayo, a las 11:24 horas, ante el notario público Roberto Cifuentes, Vidal formalizó el cambio de los abogados que alegarán por él en la causa. El trámite fue realizado por Carlos Aliaga, su mejor amigo y quien cuenta con el poder para representarlo en diversas acciones y negocios. A través de su mano derecha, Vidal oficializa la modificación. Desde ahora, serán cuatro los juristas que tendrán que defender sus intereses: Susana Borzutzky Klaber, Felipe Barruel Labarca, Cedric Patrick Miranda y Macarena Astorga Pérez de Arce.
El poder es amplio. “Para que los patrocinen y representen ante Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Notarías, Ministerio Público y todos los Tribunales de Justicia ordinarios, extraordinarios y arbitrales. Se confiere a los mandatarios las facultades indicadas en ambos incisos del artículo Séptimo del Código de Procedimiento Civil, en especial la de transigir. Podrán, asimismo, delegar este poder y reasumirlo cuantas veces lo estimen conveniente”, sostiene el escrito. Y agrega: “Los mandantes hacen expreso que confieren la facultad de representarla para los efectos de arribar a salidas alternativas al procedimiento, en forma especial la de aprobar acuerdos reparatorios y la suspensión condicional del procedimiento”.
Un equipo de peso
Como en cada acción que acomete Vidal pretende apostar sobre seguro. La ofensiva sobre Carlos Albornoz se enmarca en esa consigna, más aún considerando que está en juego una parte importante del patrimonio que acumuló en su exitosa trayectoria deportiva. El Rey, eso sí, lamenta que la disputa incluya a Víctor Albornoz, a quien le guarda un especial cariño, pero que necesariamente se verá afectado por la controversia, pues aparece mencionado en la querella.
Un rol fundamental juega, también, su representante, Fernando Felicevich. El agente ya se ha reunido con el nuevo equipo jurídico de Vidal, que reemplaza a quienes interpusieron la querella. Las primeras gestiones apuntan a intentar un acuerdo, pero los acercamientos aún son considerados preliminares.
La designación de su equipo jurídico va en la línea de imponerse contundentemente en el tribunal. Barruel ya tiene experiencia en casos altamente mediáticos. Incluso relacionados con futbolistas de alto renombre. El profesional asesoró a Johnny Herrera en el juicio por su responsabilidad en la muerte de la estudiante universitaria Macarena Cassasus, acontecida el 20 de diciembre de 2009, cuando el guardameta conducía en estado de ebriedad. En 2014, la investigación se cerró, luego de otro incidente: en 2012, el ex arquero de Universidad de Chile fue sorprendido conduciendo en estado de ebriedad y con una licencia de dudosa procedencia, en Maitencillo.
Cedric Patrick Miranda también tiene a su haber un par de juicio de alto impacto público. En 2018, representó al general director de Carabineros, Hermes Soto, después de la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca. Otra causa emblemática en la que participó el profesional es en la defensa del ex teniente coronel de Carabineros Claudio Crespo, imputado como autor de apremios ilegítimos y lesiones graves gravísimas en contra de Gustavo Gatica, perpetrados noviembre de 2019, en el marco del estallido social. El estudiante de Sicología perdió la visión en ambos ojos.
Borzutzky, en tanto, también es una abogada de alto nivel. Titulada con distinción de la Universidad de Chile, cuenta con 15 años de experiencia profesional. En su perfil en Linkedin se describe como “especialista en litigación, resolución de conflictos, estrategia, negociación, evaluación y elaboración de sistemas de prevención de riesgos (Compliance)”. Es una de las fundadoras del estudio Barruel y Borzutzky Abogados. Registra, además, experiencia académica como docente en la Universidad Andrés Bello.
Astorga, en tanto, es egresada de la Universidad de Los Andes, en la que también cursó un diplomado en Medio Ambiente. Su práctica profesional la realizó en la Corporación de Asistencia Judicial, en Santiago.
Original de La Tercera
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