Tras una floja participación en el ATP 250 de Córdoba, este martes Cristian Garin (19°) vuelve a la competencia debutando en el ATP 500 de Río.
Hoy, desde las 16:30 horas, el tenista chileno se medirá ante el argentino Federico Coria (63°), en un duelo que asoma clave para el nacional.
¿Por qué? «Gago» defiende el título en Brasil (500 puntos), por lo que necesita sumar lo más posible para no salir del top 20 o no desplomarse tanto.
¿Cómo llega su rival a este encuentro? En el Australian Open y en el ATP de Córdoba se fue en primera ronda, pero ahora viene de una buena actuación en Buenos Aires.
Llegó hasta los cuartos de final venciendo al uruguayo Pablo Cuevas (96°) y el serbio Dusan Lajovic (37°) y perdió con el noruego Casper Ruud (8°), quien después fue el campeón del certamen.
En tanto, en el pasado, Garin y Coria se han enfrentado en tres ocasiones, con dos triunfos para «Gago» y uno para el argentino. Precisamente el último lo ganó «Fede» en Suecia, mientras que el chileno lo derrotó por última vez en 2020 también en el ATP 500 de Río en los cuartos de final.
Polémica entre los entrenadores
Un condimento particular que tendrá este duelo se vivirá en las bancas. El argentino es dirigido por Andrés Schneiter, ex coach de Garin que lo metió por primera vez en el top 20, mientras que «Gago» está bajo el mando de Mariano Puerta, ex tenista que fue entrenado por el propio Schneiter.
¿Cuál es la polémica? Puerta, con el «Gringo» como coach, llegó a la final de Roland Garros 2005 y en ese torneo dio positivo en un control antidoping, lo que le provocó una sanción de dos años.
Puerta alegó que se contaminó bebiendo un vaso de agua de su esposa de ese entonces, pero luego, varios años después, admitió que mintió.
«La explicación que usamos como estrategia fue mentira. Pero no saqué ventaja deportiva. No quiero que me vean más como un tramposo», señaló en 2020 a La Nación.
Esto no le cayó nada bien a Schneiter, quien en el mismo medio señaló que «yo supe que me mintió. Después, no sé qué decir, porque no se me escapaba nada. Lo único que se me escapó fue que Darío Lecman (ex preparador físico involucrado en el escándalo) llegó un día antes de la final y los perdí un poco ese día. No pongo ni una uña en el fuego por ninguno de los dos. Ni una uña. De mi lado, puedo decirte que no tomaba nada. Estaba detrás de todo lo que podía y nunca había habido ningún problema».
Fuente: Emol
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