Colo Colo comenzó un nuevo torneo, y necesitaba hacerlo con un triunfo, porque llegaba de favorito a este partido, tras su triunfo en la Supercopa y de una muy buena pretemporada, y las Universidad Católica y de Chile ganaron sus respectivos encuentros, poniendo la vara alta para el Cacique.
Los albos enfrentaban a Everton y querían, además, arrancar con el pie derecho, pero los costó más de lo que imaginaro, y sólo lograron doblegar a los viañamarinos en los últimos minutos, gracias al talento del juvenil Alexander Oroz y al talento y calidad de Martín Lucero, con dos auténticos golazos que De Paul no pudo conjurar.
Dominador… poco efectivo
Gustavo Quinteros logró conformar un equipo competitivo, pero le sigue penando la falta de finiquito y aquél jugador que abastezca a los delanteros, como Lucero, que juega bien de espaldas, pero llora por alguien que le ponga los balones con ventaja.
Y si bien es cierto los tres refuerzos fueron titulares y cumplieron a cabalidad -Cristian Zavala muy movedizo y encarador; Esteban Pavez bien en la distribución y la marca; y Juan Martín Lucero en lo que se busca de él, hacer goles-, queda la sensación que al equipo aún le falta en la puntada final.
El Cacique dominó todo el partido y no vio peligro en ningún momento, salvo en un par de ocsaiones en el primero tiempo, pero los de Everton nunca fueron rivales de peligro para el conjunto de Macul.
Los viñamarinos se cerraron muy bien, y ya en el segundo tiempo apostaron aun empate sin goles, para lo cual acudieron hasta la vieja táctica de tirarse al suelo y hacer tiempo.
Sin embargo, en el complemento la visita se desgastó. Y ahí fue que los pupilos de Gustavo Quinteros se fueron con todo al campo rival, con recuperaciones de balones muy cerca del arco defendido por De Paul, que tuvo brillantes atajadas.
Pero Colo Colo no encontraba el camino. 10 minutos antes del final el DT envió al juvenil Alexander Oroz con la instrucción de encarar. Y así fue que, dos minutos más tarde, a los 84, el juvenil toma un balón, lo cruza para el Pibe Solari por la derecha, este último centra por bajo hacia el área, Lucero hace la pantalla y el mismo Oroz apareció en el punto penal para fusilar al arquero. 1-0.
Con el gol, se descomprimió el equipo y Everton se abrió para ir en busca del emapte. Pero nuevamente una recuperación de Gabriel Suazo, de gran actuacion, levanta la cabeza, y a los 88′ cede un pase con ventaja a Martín Lucero.
El trasandino tomó el balón, se fue en demanda del arco y con gran calidad se sacó al arquero y después a un defensa, y definio suave, al centro del arco desguarnecido… Como en los mejores tiempos del gran Humberto Caszely… 2-0.
Tras eso, el árbitro de correcto desempeño pitó e final del partido y todo fue algarabía y aelgría en el Monumental.