A pesar de la derrota, la Universidad de Chile complicó a Boca Juniors con dos golazos, uno de el Chorri Palacios y el otro de Ronnie Fernández. Pero, en el segundo tiempo, y con un hombre menos, por expulsión de Moya, los azules no fueron capaces de aguantar la presión de los argentinos.
Los azules estuvieron en dos ocasiones arriba del marcador, pero no pudieron clasificar a la final, a la que accedió el elenco argentino, aunque le dio dura pelea a Boca Juniors, mientras estuvieron once contra once.
Los universitarios salieron a la cancha con una actitud diferente a la mostrada frente a Colo Colo, y se fueron desde un principio en demanda del arco boquense, esta vez con el Chorri Palacios y Ronnie Fernández desde el comienzo.
Y fue el ex Unión Española quien a los 33 minutos abrió el marcador tras un tiro libre de Pablo Aránguiz, que dejó al portero García sin opción.
Sin embargo, Boca no estaba ausente del juego, y a los 39′ Cristian Medina conectó un cabezazo en el área azul, y dejó sin opciones a Galíndez.
Ya al término del primero tiempo, Aránguiz sirvió un córner al corazón del área trasandina, apareció Ronnie Fernández, y conectó un violento cabezaso, que puso en ventaa a la U.
Fuera Moya
Hasta ahí, la sorpresa se instalaba en La Plata, pero vino el infortunio de una doble amarilla para Camilo Moya, quien dejó al minuto 48′ a su equipo con un hombre menos.
Los Xeneize se vinieron en búsqueda de la paridad con todo, la que llegó a los 51’, cuando Zeballos encaró en el área a José María Carrasco, le ganó con brutal facilidad, y con un zurdazo cruzado dejó al portero Galíndez tiado.
El mazazo del empate más el hombre de ventaja de los argentinos, le hicieron la pega. Al minuto 74 Luis Vázquez recibió una pelota con ventaja de Molinas, para definir con un derechazo que dejó el marcador a favor de los argentinos.
Así y todo, el técnico colombiano Santiago Escobar puede sacar cuentas alegres y con trabajo arduo puede contar con un equipo que puede ser actor en el Campeonato Nacional, siempre que logre ajustar bien sus piezas, y le quite la ansiedad a Moya.