Es un título para una crónica que se verá mucho en estos días. Y es que Colo Colo coronó con el triunfo por 2 a 0 sobre el buen equipo de Everton, no sólo el campeonato de Copa Chile 2021, sino que también el final de un tránsito de casi siete meses desde la posibilidad cierta de descender a volver a abrazarse y a tener confianza.
El partido no era fácil, estaba lleno de simbolismos y de incertidumbres por el resultado, frente a la falta de jugadores claves, la vuelta a una cancha que fue significativa en la mantención de la categoría y la participación de muchos jugadores de la cantera, bajo las órdenes de un técnico ordenado, trabajador y consecuente entre lo que dice y lo que hace.
Pero no fue fácil. En el primer tiempo incluso Everton, cuyo técnico, Roberto Sensini, supo parar a su equipo, pudo haber abierto el marcador en un par de jugadas -una de ellas reclamada como penal-, que tal vez habrían cambiado la historia. Pero no.
Y a pesar de que algunos hinchas -o mejor dicho malos fanáticos- vieron hasta un «robo» hacia Everton, la realidad indica que la falta de sus mejores hombres le pesaron al cuadro de la Quinta Región, aun cuando cerraron todos lo espacios a un equipo albo que no supo doblegarlos en los primeros 45 minutos.
Cambios precisos
Lo dicho. Sensini, con lo corto de su plantel, le hacía difícil la tarea a Colo Colo, que sumaba además que Leonardo Gil y Vicente Pizarro no tenían su mejor noche, gracias a la marca férrea de los evertonianos.
Pero Gustavo Quinteros ya había leído el partido e hizo los cambios necearios para ajustar a la escuadra. Y lo logró.
Hizo salir a Pizarro e ingresó Cruz y adelantó a Gil, quien no se veía cómodo jugando más retrasado, sin posibilidades de acercarse al área rival o de superar a sus férreos marcadores.
Sin embargo, cuando a alguno del Cacique no le salen las cosas, a otros se les facilita de manera determinante, como fue el caso de Pablo Solari, quien buscó por ambas bandas, y siempre llevó peligro al arco de Torgnascioli.
La vuelta del Pibe
Y fue el Pibe que a los 55′, tras largo pase del Peluca Falcón a Parraguez, éste entra al área y evita la salida del portero viñamarino, para dejarla servida a la entrada de Solari, quien vuelve a marcar en el Fiscal de Talca. 1-0
Se abrió la ruta, y Everton se fue con todo en procura del empate, con un Juan Cuevas muy solitario, luchando contra las dos torres –Amor y Falcón- albas.
Hay lágrimas de felicidad
Pero no sería todo. A los 67 en una nueva incursión por la banda derecha, centran en tres cuartos de cancha, la toma Joan Cruz, avanza unos pasos y despacha un zurdazo que deja al arquero aurinegro sin chance. 2-0
Es el primer tanto del juvenil en el equipo titular y que cosolida el triunfo y la obtención de la Copa Chile, tanto así que la emoción lo sobrepasó y le saltaron las lágrimas de felicidad.
El resto del encuentro, fue una anécdota. Las llegadas de Colo Colo y el empeño de un Everton que fue disminuyendo tras el gol de Cruz, no hicieron más que cimentar la justa victoria alba, en un campeonato que terminó invicto, sin derrotas y victorias abultadas. Un justo campeón… Aunque no le guste a algunos.
¿Se queda Quinteros?
Fuera de dar las gracias y dedicar el triunfo a sus jugadores, familia e hinchas, el DT albo, Gustavo Quinteros, mostró su conformidad con el juego que muestran sus jugadores y además ilusiona con su permanencia en el equipo.
Al término de la transmisión le preguntaron sobre el particular, y no ocultó su deseo de seguir creciendo con el equipo y, quizás, ir por un título internacional. «Me encantaría verme con estos mismo jugadores el próximo año», dijo, pero aclaró que hay que ver a fin de año, luego de terminado el torneo, para no adelantarse a lo que pueda pasar.
El técnico, siempre muy mesurado, se le vio junto a su plantel celebrando la obtención del título, y estuvo con ellos en la celebración junto a la barra de Colo Colo.
Y los jugadores, en una tradición muy gringa, le derramaron un «tonel» de jugo justo cuando la transmisión oficial lo entrevistaba, para celebrar el triunfo.