Se acaba la era de Josep María Bartomeu al mando del Barcelona. Sindicado como el responsable de la crisis institucional por la que ha atravesado el club, y de distante relación con Lionel Messi, el mito viviente de la tienda culé, este martes presentó su renuncia a la presidencia. La prensa deportiva española, particularmente catalana, anticipó que Bartomeu, así como el resto de su junta directiva, determinó presentar su dimisión luego de que el voto de la moción de censura en su contra era irremediable.
Los responsables del Barça intentaron que la Generalitat (el sistema institucional en el cual se organiza políticamente Cataluña) replanteara la idea de autorizar el referéndum exigido por la oposición al presidente, apelando al Estado de Alarma reinante en el territorio por el coronavirus. Ante la negativa, según reporta el diario Sport, Bartomeu propuso a sus directivos presentar la dimisión la que fue aceptada.
Bartomeu, separado y con dos hijos, es un empresario del sector de la ingeniería, licenciado en Administración de Empresas y durante su juventud jugó baloncesto en las inferiores del Barcelona y del Espanyol. Como dirigente del club blaugrana partió desde abajo. Integró la directiva de Joan Laporta, entre 2003 y 2005. Cuando se fractura la directiva, fue desvinculado y formó parte del bloque que ganó las elecciones en 2010, liderado por Sandro Rosell. En enero de 2014, Rosell renunció por líos judiciales respecto al fichaje de Neymar. Con ello, Bartomeu asumió la presidencia. Al año siguiente, se presenta a las elecciones y gana con el 54,63% de los votos.
Uno de los grandes pecados que se le esgrimen a Bartomeu es su nula relación con la figura del equipo. En definitiva, fue una de las razones para que Messi haya planteado, mediante un burofax, la libertad de acción para fichar en otro club, lo que finalmente no resultó. Esa posibilidad tuvo al saliente timonel en la cornisa luego del terremoto que significó la caída 8-2 con el Bayern Múnich, por la Champions pasada.
Fuente: La Tercera
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