A Gustavo Quinteros le gustan los desafíos. Y su llegada a Colo Colo no es cualquier reto, sobre todo en la difícil posición que se encuentran los albos: penúltimos y en zona de una final de vida o muerte en una liguilla por mantener la categoría de honor.
Si bien las conversaciones venían hace rato, la pandemia entorpeció todo y la dirigencia de Blanco y Negro acordó mantener a Gualberto Jara hasta el final de la temporada, mientras paralelamente el club se sumergía en un complejo momento económico y rompía relaciones con el plantel tras enviarlo a la Ley de Protección al Empleo. Todo esto repercutió en el rendimiento del equipo, dejándolo en una pésima situación en la tabla. Ante el complicado escenario, se aceleraron las gestiones para contratar al mundialista boliviano, quien realizó una serie de esfuerzos para llegar al Monumental.
En la dirigencia de la concesionaria cayó muy bien que el DT ajustara sus pretensiones económicas. Acordó un sueldo de US$ 100 mil por los tres meses quedan de este año y US$ 500 mil por todo 2021, muy lejos de los más de US$ 1,5 millones que ganaba en México e, incluso, menos de los cerca de US$ 750 mil que percibía en la UC. Varios directores de ByN mostraron su satisfacción con la negociación que realizó Espina, pues el salario es considerablemente menor al de Mario Salas. Por currículum y por precio, el directorio lo eligió por unanimidad.
El entusiasmo del santafesino fue tal, que, al no haber vuelos disponibles y ante su temor a los vuelos privados, optó por emprender el viaje en auto desde Argentina a Chile. Más de 17 horas de trayecto junto con su cuerpo técnico le permitieron recorrer los paisajes cordilleranos y pensar junto a sus asistentes el Colo Colo que sueñan.
Una parada en Mendoza para disfrutar un bife fue la única detención que el grupo tuvo. El orden defensivo es una de las mayores obsesiones del estratega, junto con la misión de recuperar anímicamente a los futbolistas. Esa será su base. Luego, darle un funcionamiento de equipo, lo que va a tomarle un mayor tiempo, y, sobre todo, sumar lo más rápido posible para salir de la difícil posición en que se encuentran.
Quinteros tiene claro que también debe hacer un trabajo para facilitarles las herramientas a los jugadores para que mejoren individualmente, ya que, si bien el plantel albo tiene varios futbolistas connotados, su desempeño ha estado muy lejos del cartel con el que llegaron a Macul. Devolverles la confianza será otro de los elementos fundamentales de su metodología.
A su llegada a Chile, el grupo se realizó los exámenes de PCR, que salieron negativos, por lo que aguarda la autorización de la Seremi para presentarse a entrenar. La idea es que a partir de hoy ya pueda encabezar los entrenamientos.
Fuente: La Tercera
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